El médico que vio la luz afirma: "El cielo existe"
A los testimonios de enfermos en coma que han visto la luz al final del
túnel y han vuelto a la vida se ha unido ahora uno muy especial, el del
exitoso neurocirujano estadounidense Eben Alexander, que ha
protagonizado una sorprendente portada de la revista “Newsweek” con un
titular de lo más llamativo: “El cielo es real”.
La experiencia vital de Alexander pasa, como en tantos otros casos, por
un coma, una habitación de hospital y una vida a punto de apagarse.
Después, un túnel, una luz brillante a su término, un “lugar
maravilloso” y placentero y, de vuelta, muchas ganas de contarlo. En
esta ocasión, el paciente lo ha hecho en la portada de “Newsweek” y lo
hará en su próximo libro, titulado “Prueba del Cielo”.
La experiencia cercana a la muerte del doctor Alexander, que confiesa
que era escéptico ante la existencia de otra vida, se produjo después de
que una meningitis le provocara en 2008 un coma en el que permaneció
una semana. Durante este tiempo –asegura- vivió en un “lugar
sorprendente” que a duras penas consigue describir, pero que le dejó una
sensación de paz y tranquilidad que intenta ahora relatar.
Alexander asegura que está en condiciones de resolver el debate de si
existe o no existe Dios, tan trascendente y, a la vez, tan actual con
aportaciones como la del científico Stephen Hawking, quien el pasado año
proclamó que Dios no está detrás de la creación del universo.
¿Cómo es el cielo? Alexander asegura que es un lugar “más allá de las
nubes” en el que hay unas “formas superiores distintas a todo lo
conocido en este planeta”. Y más aún: hay agradables sonidos que son la
expresión de la alegría y que se “palpan” en la piel, que están en el
ambiente y transmiten felicidad.
Alexander asegura además haberse encontrado con “millones de mariposas” y
que en su viaje estuvo acompañado la mayor parte del tiempo por una
mujer joven y bella de “cabello marrón, grandes pómulos y profundos ojos
azules” que con voz dulce le transmitió un mensaje. O más
concretamente, lo hizo con un tipo de comunicación distinto al de las
palabras.
“La mujer me habló, o mejor dicho, condujo su esencia conceptual hacia
mí sin usar las palabras y me reveló: eres amado y deseado por siempre,
no tienes nada que temer. Nada va a salir mal. Te enseñaremos muchas
cosas aquí, pero ahora debes volver”, explica Alexander.
Testimonios de experiencias cercanas a la muerte
Como es de suponer, la experiencia cercana a la muerte del neurocirujano
estadounidense ha generado todo tipo de reacciones. El diario
estadounidense The Hufftington Post recoge una de cada lado del debate.
“Es la experiencia más asombrosa que he escuchado en las cuatro décadas
que llevo estudiando este fénomeno. Las circunstancias de su enfermedad y
las credenciales impecables de su trayectoria médica hacen que sea muy
difícil formular una explicación mundana a lo que ha vivido”, escribe el
doctor Raymond Moody, autor de "La vida más allá de la vida”.
Sin embargo, publicaciones como Gawker vinculan estas experiencias con
las que sienten los consumidores de drogas, y tilda el reportaje de “el
tema más embarazoso que ha publicado jamás ‘Newsweek’”.
Para que la conclusión tuviera la más mínima credibilidad, debería demostrar que su cerebro estuvo TOTALMENTE inactivo DURANTE TODO EL PROCESO. Cosa bastante improbable ya que desde su desvanecimiento inicial hasta que fuera monitorizado en el hospital pudieron pasar minutos u horas en los que la meningitis fuera creciendo en virulencia y degradando cada vez más intensamente las funciones cerebrales, hasta llegar al coma profundo al que se refiere. Después durante la semana que tardó en volver a la consciencia es razonable pensar que los médicos le medicaran hasta eliminar al patógeno, por lo que habría habido necesariamente una mejora paulatina de sus capacidades cerebrales, a medida que el tratamiento surtía efecto, hasta su vuelta a la conciencia. ¿O es que supone que hasta un segundo antes de su vuelta a la realidad "sus neuronas estuvieron ofuscadas en completa inactividad"? Vamos que su hipótesis sería similar al apagado instantáneo y posterior encendido automático de un electrodoméstico sin nada de por medio.http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2012/10/un-neurocirujano-norteamericano-nos.html
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