Las
consecuencias visibles estuvieron en la cara del boxeador quilmeño:
ojos casi cerrados por la inflamación, un corte profundo en el párpado
derecho que por momentos le impedía la visión y en el medio del tabique
una hinchazón pocas veces vista.
Las
piernas fueron también víctimas de una lección de box por parte de
Cotto, quien en el primer round tiró tres veces al por entonces campeón y
sentenció la noche pese a que "Maravilla" soportó hasta el noveno
asalto. La rodilla izquierda no soportó y la principal evidencia de
debilidad, sobre todo cuando en el último round la endeblez de la misma
lo hizo caer a la lona por cuarta vez.
Pero fue
el corte en el párpado derecho en el octavo round el que maduró la
decisión de Sarmiento de resolver no salir a pelear el 10°. Con el
transcurrir de los segundos "Maravilla" se tocaba con sus guantes la
zona en busca de despejar la molestia para intentar una heroica
imposible para su condición física.
"No
va más, no va más, no va más", decía el relato a la vuelta de la pausa
tras el noveno y allí el primer plano de la transmisión delató el estado
del ya caído campeón.
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